¿Qué pasa que de repente me duele el corazón?
La vida me aflige,
el viento me sopla por la cara y huele a muerte.
¿Por qué no vienes y te recuestas sobre mí y me dices que me amas?
Pasas la puerta y te conviertes en un fantasma.
No llamas, y yo espero.
No escribes, y yo espero.
No vienes, y yo espero.
Me convertí en cadáver esperando, cuando tú ya me has olvidado.